
Por allí van pasando los sucesivos pelajes, con sus historias a cuestas, su adaptación a la mierda que les toca vivir, su organización racial, religiosa o simplemente por negocios... Hace pensar, y eso, junto a la risa, es el fin más útil de lo audiovisual.
Muertes, disturbios, drogas, trampas legales, violaciones, torturas, aislamiento, corrupción, corrección política, hipocresía, mediatización, humanismo, filosofía, sociología, psicología, ..., en fin, REALISMO, llevado al extremo más crudo.
Algunas situaciones escapan de toda medida: un muerto con su propia polla en la boca; matar a alguien con una aguja infectada con sida, sin que lo sepa; sacarle los ojos a un guardia de la prisión; que crucifiquen a alguien en el suelo del gimnasio; dar por el culo, literalmente, al jefe de los italianos, etc.
Así que quien quiera saber de lo que hablo, como muestra, se puede asomar a este trocito de cinco minutos que marca el final de la primera temporada. Si seguís, descubrireis personajes como el Poeta, Adebisi, el "topo" Busmalis, Augustus Hill, Wangler, Kareem Said, Schivetta, los O'Reilly, Miguel Alvarez, Nikolai Stanislofsky; y muchos más. Pero abre bien los ojos, porque los personajes, tal como entran, salen.
Latinos, negros, musulmanes, arios, moteros, italianos, irlandeses, rusos, etc. Parecido, pero nada que ver con Prision Break. Ni ganas.
Joder, he visto un par de capítulos de la serie y no me ha enganchao demasiado.
ResponderEliminarLo que más me atrae es la idea del educador social, qué técnicas utiliza para reeducar a los presos del pabellón esmeralda. ¿Merece realmente la pena por este tema? ¿O es algo secundario o incluso terciario?
Pda: Había tratado de publicar 3 o 4 comentarios más entre todos los post y no se me habían publicado porque se me olvidaba siempre de confirmar la palabra esa rara que sale. ¡Mecawentó! Creía que me censurabais los comentarios, par de mamaeggs ;).
A mi lo que más me gusta de la serie es que hay muchos jaleos por todos lados, reales, pero llevados a la realidad más cruda y eso perturba y engancha por dentro. La moralidad no es el fuerte de la serie.
ResponderEliminarchuzo.