domingo, 24 de enero de 2010

¡Malditos bastardos, todavía estoy vivo!

"He nacido en tierras de la Camorra, en el lugar con más muertos por asesinato de Europa, en el territorio donde la crueldad se halla ligada a los negocios, donde nada tiene valor si no genera poder; donde todo tiene el sabor de una batalla final. Parecía imposible tener un momento de paz, no vivir siempre en el seno de una guerra donde todo gesto puede convertirse en una concesión, donde toda necesidad se transforma en debilidad, donde todo debes conquistarlo arrancando la carne del hueso."

Roberto Saviano es un joven italiano caulquiera, nacido en Nápoles en 1979. Vivió durante su infancia y adolescencia en Casal di Príncipe, un pueblo a unos quince kilómetros al norte de Nápoles, en el que el poder estaba en manos de un clan: los Casalesi. Desde joven desempeñó trabajos muy variados (albañil, porteador y, finalmente periodista) y comprobó en sus carnes el poder de la camorra. Durante los años previos a la publicación de Gomorra (Mondadori, 2006), Saviano se documenta, aprende, conoce. Unas veces utilizando sus contactos laborales (Xian, Pasquale, Mariano), otras aquello que tiene más a mano (una radio con la frecuencia policial, amigos en Le Vele o La Scampia).

En Gomorra, el autor describe las dinámicas del poder de la camorra italiana. Lo hace de un modo personal, como si se lo contara a un amigo, aunque ofreciendo múltiples datos para hacer comprender la realidad de ése mundo, llevando al lector a los escenarios de una guerra real, eterna y cruel, que se libra en múltiples frentes como:

- la economía "legal" (contratos de tratamiento de residuos urbanos, residuos tóxicos desparramados por el Lazio, los Abruzzos y la Campania; monopolios en diversos sectores como el lácteo o la construcción, etc.)

- la economía ilegal (tráfico de drogas, armas y personas)

- la política (corrupción e infiltración en prácticamente todos los ayuntamientos del sur de Italia, especialmente en Campania; extorsión, creación de partidos y listas procamorristas, diplomacia entre mafias internacionales, como los albaneses, los nigerianos, rusos, colombianos, etc.)

- la violencia (para mantener posiciones de fuerza en los diferentes mercados en los que los clanes están inmersos, asesinatos políticos, económicos, vendettas..., son sólo negocios) a la que dedica todo un largo capítulo (La guerra de Secondigliano) en el que muestra las habilidades, usos y costumbres de algunos de los clanes más brutales e importantes del sur de Italia (como los mondragoneses o los casaleses).

Saviano presenta, capítulo tras capítulo, la degradación social, política, medioambiental, económica y psicológica generada por la propia actividad de los clanes. Controlan la mayoría de las regiones al sur de Roma, se extienden por el resto de Italia y hacia otros países europeos: dirigen las migraciones desde y hacia Italia; regulan el capital y el mundo laboral en la construcción, la industria textil, diversos sectores alimentarios, la gestión de residuos, etc. De hecho, la organización de las principales familias del crimen organizado en Italia ha cambiado, asemejándose más a una multinacional cualquiera que a un grupo de hombres armados. Se camuflan, se diluyen, se expanden (principalmente por la UE), conquistan mercados (España es uno de los más lucrativos), obtienen beneficios, generan empleo...

Aunque el coste (para el resto de la sociedad) es altísimo: construcciones de baja calidad con materiales tóxicos, residuos altamente peligrosos (nucleares, químicos y convencionales) diseminados por todo el sur, abandonados en canteras, campos o pozos; centenares de muertos cada año, una sociedad dividida, un Estado débil, extorsión comercial y política, corrupción,... Se consideran costes de producción. Los beneficios que obtienen los clanes atajan cualquier remordimiento. En caso contrario, siempre queda la violencia.



La adaptación del libro al cine llevada a cabo por Matteo Garrone, trata de reflejar a través de varias historias personales, la realidad de un mundo que es imposible abarcar mediante la narrativa convencional cinematográfica. Hay demasiados datos, demasiados personajes, demasiados detalles. No puede haber una voz en off onmisapiente que ayude al espectador, y el director opta por desvelar la trama a través de imágenes. Por ello, Garrone selecciona del libro las historias (vidas) que permiten ser transmitidas con los medios narrativos a su disposición. En este sentido, el libro cuenta con ventaja.

La precisión, la objetividad y la cantidad de fuentes de que toma información Saviano, convierten a su libro en un arma muy peligrosa para mucha gente. Aún así, a pesar de su lucha y de haber sido condenado a muerte por la camorra, Saviano cuenta con el apoyo de amigos, dentro y fuera de Italia. Aún así, la amenaza le obliga a vivir sin vivir, exiliado de su país, de sus amigos, de su familia. Sólo. ¿O no? Puede que a Saviano le suceda algo parecido a lo que le ocurría a Thoreau, quien firmó la siguiente frase:

"Antes que el amor, el dinero, la fe, la fama y la justicia, dadme la verdad"

viernes, 8 de enero de 2010

Tremor, folklore electrónico

Hace unas semanas volví a eschucharlo y me dí cuenta de que estaba en lo cierto. Tremor mola. Entonces entré en su myspace para informarme un poco de sus últimos pasos, con la mala suerte de descubrir que el día 1 de diciembre tocó en Huesca, bastante cerca de mi situación geográfica. Esto contribuyó a que el trabajo del grupo me gustara más todavía y me sintiera un poco culpable por no haberle prestado la atención que debía. Aunque también me alegré por su pequeña gira europea. Será difícil que vuelvan por España en un tiempo. Pero eso es otra historia.



El argentino Leonardo Martinelli, lleva 10 años en escena como compositor de música contemporanea y con el pseudónimo de Tremor mezclando la música tradicional sudamericana con las posibilidades de la electrónica, entre otros proyectos.

Tremor no es, como muchos pensarán, el típico tango electrónico de los más que consolidados Gotham Proyect, si no que va más allá, indagando en la abstracción y ampliando horizontes creativos que parecían inexistentes,y así consiguiendo crear malambos electro-tribales, chacareras glitch, sayas de melodías gitanas, y hasta huaynos IDM, una perfecta combinación entre música electrónica y folklore sudamericano, para la que emplea instrumentos tradicionales como el charango, ronroco, acordeón, bombo legüero, violín ... Sintetiza la tradición con música electrónica y experimentación sonora, empleando sonidos que emiten objetos cotidianos, y así trasportarnos por todo el Sur de América en un viaje interminable, entre la relajación y la locura.

Para escuchar su música, ver su myspace o si teneis a mano la útil herramienta de spotify, podréis escuchar su segundo disco "Viajante", presentado en 2008. En su pagina de youtube también tendréis acceso a sus peculiares directos, así como algún videoclip. Aunque aquí os dejo una muestra.





Si os a gustado el grupo, recordad que con ése mismo nombre existen otras bandas, como una noruega de metal, o un personaje de la serie de lucha Mortal Kombat, cuidado no os confundais por que son dos caminos tediosos creados por satán.

domingo, 3 de enero de 2010

Soledad de una página en blanco

Encontré su libro, España República de trabajadores, en una librería callejera en el centro de Madrid. El propio título pretende ser irónico. Me sorprendió que su primera edición en castellano fuese en 1932 y la segunda en 1976. Bueno, no me sorprendió tanto... Por lo visto está difícil conseguir sus libros. El caso es que por cinco euros me llevé la visión que tenía de España un ruso que la recorrió hace setenta años. Tras unas pocas páginas me alcanzaron la curiosidad del autor, su incomprensión... El ruso en realidad era ucraniano y se llamaba Iliá Ehrenburg. Hablaba de Goya, de Lorca, de Cervantes, de la Mezquita de Córdoba...

Su vida parece una película: en 1905, a los catorce años, participó en la revolución a través del movimiento estudiantil de la Universidad de Moscú. Tras el fracaso del intento revolucionario, en 1908 emigra a París, donde traba amistad con Picasso, Apollinaire o Fernand Léger, quien por sí sólo merece un capítulo aparte. En estos años, se forma en un ambiente particularmente enriquecedor: las vanguardias, las bellas artes, los grandes nombres de la época, la belle epoque...

Durante la Primera Guerra Mundial trabaja como corresponsal en el frente y tras el ascenso de los bolcheviques y la salida de Rusia de la guerra, regresa a Kiev, donde imparte clases e interactúa con la nueva intelligentsia socialista. Tras ciertas desavenencias con el régimen y los métodos empleados en el progreso de la URSS, se exilia en París, de donde es expulsado. Se ve obligado a vivir en Berlín y en Brusselas, para finalmente volver a afincarse en París, a partir de 1925.

Recorre España en 1931 y 1932, y vuelve durante la guerra civil como corresponsal para Izvestia, donde coincide con Hemingway, Dos Passos, Machado y el resto de los corresponsales e intelectuales que trabajaban en el bando republicano. Durante la guerra civil trata de movilizar a la URSS para apoyar a la República. Así se refiere a la situación en los años treinta en sus memorias: En la Europa de los años treinta, inquieta y humillada, era difícil respirar. El fascismo avanzaba, y avanzaba impunemente. Cada estado, y también cada persona, soñaba salvarse individualmente, salvarse a cualquier precio, guardando silencio, pagando un rescate. (...) Pero hubo de pronto un pueblo que aceptó el reto. No se salvó a sí mismo ni salvó a Europa, pero si para la gente de mi generación queda algún sentido a las palabras "dignidad humana" es gracias a España. Se convirtió en aire, con ella respiramos.


Tras la proclamación de la II República Española, Ehrenburg viaja por España y la analiza, a pesar de que, como advierte en la primera línea de su libro: este es un libro escrito por un ruso para rusos. Recorre Madrid sin dejar de sorprenderse con las costumbres, los horarios, los rascacielos, la pobreza. También visita Málaga, tras las quemas de conventos; las Hurdes, cuando se entera de la extrema pobreza de la mayoria de los habitantes de la zona; Sevilla, Jerez, donde describe el negocio del alcohol y a los señoritos; Córdoba, Granada, Extremadura, Murcia, y por supuesto, Barcelona.

En cada uno de estos sitios encuentra pobreza y opulencia, anarquismo y catolicismo, amor y odio, placer y dolor. Se topa con todo aquello que somos y que fuimos, con nuestro orgullo, nuestra estupidez, nuestras envidias y nuestras pasiones. Trata con ironía aquello que ve y refleja a través de conversaciones con paisanos el pensar general de la época y la forma de ser de siempre.

A modo de ejemplo: Al lado de los franceses, los españoles parecen unos primitivos, a pesar de todo el fausto de su historia (...) Desde luego no tienen nada de niños, no; son ya personas mayores. No son perfumes con pantalones, ni maniquíes en las galerías. Insisto en la integridad corpórea del material. En la misma naturaleza puede comprobarse. Aquí, los montes son verdaderos montes, y las sierras verdaderas sierras. Otro tanto puede decirse de la mesa española. La cocina española no presume del arte del condimento, presume de la calidad de sus productos: un pan virginalmente blanco, un vino fuerte, cordero, pescado... Tal vez, los reveses del Estado español tengan en parte su explicación precisamente en esta integridad de los ingredientes. Aquí, el hombre es demasiado hombre.

Durante la II Guerra Mundial lidera grupos de propaganda antinazi, con gran éxito. Hasta ese periodo habí elaborado progresivamente una serie de textos que serían sus memorias incompletas, interrumpidas al declararse la guerra entre Alemania y la URSS. Tras 1946, Ehrenburg viaja por el mundo como representante de la URSS y como miembro del Soviet Supremo. Escapa a las purgas y tras la muerte de Stalin lucha por rehabilitar a sus amigos caídos en desgracia. Además, por ésa época escribe El deshielo(1954).

Sobre él se ha dicho mucho: espía soviético, agitador político, oportunista, estalinista, liberal,... Lo que queda para saber aquello que en realidad fue, sintió y pensó este hombre del mundo son, sus libros, sus actos y su propia vida.