miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los cínicos no sirven para este oficio

Esta frase da título al primer libro que leí de Kapuscinski.

Ryszard Kapuscinski
nace en Pinsk, Polonia (en la actual Bielorrusia) en 1932. Tras sufrir enormemente durante la Segunda Guerra Mundial, como todo polaco, en la postguerra estudia periodismo en una facultad sin libros (los alemanes quemaron casi todos los libros en polaco) y sale adelante para convertirse en reportero de provincias del periódico oficial, Sztandar Mlodych (El Estandarte de la Juventud).

Un buen día, le comenta a la redactora jefe del periódico que le "gustaría mucho ir al extranjero algún día", a lo que esta pregunta con incredulidad: "¿Adónde, para qué?". Kapuscinski había pensado en Checoslovaquia. Sólo necesitaba cruzar la frontera y saber qué había más allá.

Un año después la redactora lo llama a su despacho y le dice: "¿Sabes?, te enviamos fuera. Irás a la India." Durante su vida como corresponsal trabaja para la PAP (Agencia de Prensa Polaca), quiere comprender e intenta aprender todos los idiomas que puede, empezando por el inglés.

Desde entonces y hasta 1981, el joven Ryszard se fue haciendo viejo a través de sus estancias en casi todos los países del mundo. En un principio sólo del bloque soviético (del que extrajo información para elaborar su libro El Imperio), sobre todo en los años cincuenta. Durante las décadas de los sesenta y setenta, cubre todo el continente africano, durante el nacimiento de los recién independizados países africanos (dónde escribió Ébano o El emperador, además de forjarse otra opinión del ser humano y de África en su conjunto) y, por último, una etapa en la que intentó comprender Latinoamérica (de dónde salió, si no el libro, al menos el título del mismo La Guerra del Fútbol).

Su visión abierta, capaz, variable y optimista debería acompañar a todo aquel que se dedique o interese por el periodismo, la comunicación, la cultura, la historia, las relaciones humanas, la política, el turismo o a la simple rutina de querer saber lo que pasa. Sea donde sea.


La mejor forma de conocer el mundo es hacer amistad con el mundo. Existe una conexión entre nuestro destino personal y la presencia de miles de personas y cosas de cuya existencia no sabíamos o no sabemos nada y que pueden influir, de hecho influyen, del modo más asombroso, en nuestra vida y su desarrollo, de tal forma que, al menos por nuestro propio interés deberíamos esforzarnos en conocer no sólo lo que está aquí sino también lo que está allá, en algún lugar a gran distancia en nuestro planeta.

"Siempre ha sido el arte el que, con gran anticipación y claridad, ha indicado qué rumbo estaba tomando el mundo y las grandes transformaciones que se preparan..."

Pero moverse y hablar tanto tiene su precio y Kapucinski estuvo a punto de pagarlo en más de una ocasión, pues, estuvo presente en 27 revoluciones, vivió en primera persona 12 frentes de guerra y fue condenado en 4 ocasiones a ser fusilado.

Falleció el 23 de enero de 2007, en Polonia, a la edad de 74 años. Sus libros nunca morirán. Ve y búscalos.

2 comentarios:

  1. Larga vida a Kapuscinski y a Batti Cinque... ¿Quiénes son los autores del blog: Chuzo y number Cinque o Pezón y Velociraptor?

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  2. todos los que nos dedicamos o dedicaremos a esta profesión deberiamos leer a este hombre. Me encanta su manera sencilla, pero dura a la vez, de describir todos los acontecimientos en los que ha estado presente, sin mostrar un ápice de soberia por ello.
    La gran pérdida de este siglo en lo que a periodismo se refiere...

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